sábado, 16 de septiembre de 2017

EL HOMBRE SIN SOMBRA (2000)


Un afamado científico da con la fórmula de la invisibilidad y hace lo que cualquiera haría con ese poder, putear al personal y ver mujeres desnudas.

Una revisión del mito del hombre invisible que se parapeta tras unos soberbios efectos visuales y con la que Paul Verhoeven vuelve a sacar los colores al ser humano sacando lo peor de nosotros mismos. Con un final algo pirotécnico que le resta algún entero, sin embargo y como sucede con todos los trabajos de Verhoeven merece la pena, contando además con un estupendo Kevin Bacon en modo motherfucker y una Elisabeth Shue que para nada es invisible a los ojos del espectador.


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