jueves, 6 de septiembre de 2018

DE AQUI A LA ETERNIDAD (1953)


Los soldados de una base militar norteamericana en Hawai pasan el tiempo emborrachándose, de pelea o metidos de lleno en líos de faldas, con lo que cuándo llega el ataque japonés sobre Pearl Harbour no es de extrañar que les pillen a calzón quitado. 

Un melodrama que muestra una imagen bastante crítica del estamento militar. Fred Zinnemann muestra su buen oficio como director de actores destacando entre un atrayente grupo de protagonistas las maneras de un Burt Lancaster en estado de gracia. Eso sí, las secuencias del bombardeo final dejan bastante que desear aunque tire de imágenes reales del ataque, aunque nos compense con ese tórrido beso entre Lancaster y Kerr tumbados en la arena de la playa y convertido en icono del séptimo arte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario