Un
ex convicto con más tatuajes que un jugador del Real Madrid decide vengarse de
quien fuera su abogado atacando aquello que más le importa. ¿Su tarjeta de
socio de Netflix? No, su familia.
Scorsese remakea la película de
1962 ofreciendo un guiño a esta en los cameos de Robert Mitchum y Gregory Peck.
Sin ser una de las mejores películas de su director sí que se erige como un
encomiable thriller que nos presenta a un gran cuarteto de intérpretes, con De
Niro a la cabeza cuando todavía actuaba según las directrices del Método, un
Nick Nolte más aseadito de lo normal, una Jessica Lange que es algo más que la
mujer del prota y una Juliette Lewis que se daba a conocer como una morbosa
lolita. Con un último acto por encima del resto que daría para todo un episodio
de Los Simpsons, es especialmente recordada por habernos dado a conocer aquella
frase tan manida de “Abogadoooo”.
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