Una
organización criminal comete el funesto error de deberle dinero a un tipo
llamado Walker, alguien tan duro que si hubiera tenido una riña con Froilan en
alguna discoteca de extra barrio posiblemente ahora estaríamos viviendo en una
Republica.
John Boorman nos presenta un
thriller con hechuras europeas en las formas y personajes arquetípicos
americanos, con Lee Marvin, esa especie de padre putativo de los Stallone,
Willis o Schwarzenegger ochenteros de cabecera, dando vida a un tipo al que más
vale no contrariar y Angie Dickinson como femme fatale de formas sinuosas y
ademanes traicioneros. Una cinta directa y elegantemente violenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario