Erin Grant es una mujer que, en
lo que es todo un ejemplo de lucha y superación personal, demostrará que todos
los problemas tienen solución gracias al lucimiento de glándulas mamarias de
nacimiento quirúrgico.
¿Qué
es lo que puede salir mal? Eso es lo que pensarían los responsables de una
película que contaba con la actriz más taquillera del momento, un reparto más
que competente y una trama con picante (poco para lo que prometía la verdad),
que es lo que se llevaba por aquel lejano 1996. Pues lo que les faltaba es una
historia con un mínimo de interés, un director con más talento y una actriz que
además de prepararse físicamente para el papel se hubiera preparado
dramáticamente. Y si, Demi Moore siempre luce más bella con el pelo corto.
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