Los hombres lobo y vampiros se
enfrentan en una guerra milenaria que se asemeja en su estilo traicionero a la
de los Ñetas y los Latin kings, aunque huelga decir que vampiros y licántropos
son mucho más estilosos en su forma de vestir.
Una buena idea sobre el papel que
sin embargo es lastrada en la forma en que es trasladada a la pantalla,
partiendo de un guion pueril y con más agujeros que dentelladas dan los
vampiros en la cinta y que acaba inclinando la balanza por la acción pura y
dura. Inicio de una entretenida pero intrascendente saga que nos descubriría
sin embargo a uno de esos personajes femeninos de armas tomar que tan en boga
están últimamente, una vampira llamada Selene que, embutida en cuero negro, elevaría
a la actriz Kate Beckinsale a la categoría de sex symbol mundial.
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