El
pequeño Oskar es un niño con unas pataletas que rivalizan en rabietismo con el
mismísimo Adolf Hitler, hasta el punto que cuándo se le pone en las narices
dejar de crecer a la tierna edad de tres años, acaba pareciendo un émulo del
señor Galindo.
Adaptación de la novela de Günter
Grass que empieza con aires de surrealismo y con una propuesta interesante en
cuanto a historia y estilo, pero que acaba por degradarse a lo largo de sus dos
horas y media de duración para acabar siendo un título interesante pero sin
llegar a la obra maestra que muchos presumen. Eso sí, el hecho que a uno le
dieran ganas de golpear en las posaderas hasta enrojecerlas con una zapatilla
de esparto al bueno del joven protagonista, da por buena una interpretación que
lo que busca precisamente es hacer de este personaje un ser repulsivo y atroz.
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