Un
niño de trece años quiere ser mayor pero no para beber y entrar en las
discotecas sin problemas, sino para
subirse en las atracciones de la feria. Por capullo su deseo se cumple y se encuentra con que
amanece en el cuerpo de Tom Hanks,
teniendo que salir por patas de su propia casa cuando su madre le confunde con
un intruso.
La mejor de las películas de este
tipo que llegó a nuestras pantallas en los ochenta, y fueron unas cuantas. No
se queda con la broma de inicio (bueno broma para nosotros, para el
protagonista una putada como un general) y ahonda en los problemas de este personaje,
mezclando con elegancia comedia y drama. Desde Big todo el mundo ha querido
tocar un piano gigante a saltos y eso ya es mucho.
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