Una
timorata pareja de recién casados se ven obligados a pasar noche en la típica
mansión victoriana llena de locas travestidas, musculosos en calzoncillos y chachas
enseñando liguero. No es de extrañar pues que les dé por cantar.
Musical atípico reconvertido en título
de culto y caldo de cultivo ideal para frikis trasnochados, lo cual no es de
extrañar porque a la película no puede pedírsele más. Un Tim Curry en modo
Freddie Mercury, una Susan Sarandon más desenfadada que nunca y un puñado de
buenas canciones con títulos tan sugerentes como Sweet travestite o Touch-A,
Touch-A, Touch me. Pues eso, a tocar se ha dicho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario