Había una vez un barco llamado
Titanic que hizo su viaje inaugural… no sigo contando para no spoilear la
película.
James
Cameron se lía la manta a la cabeza y a pocas lleva a la bancarrota a dos
potentes productoras de cine para contar una historia de amor banal propia de
un telefilm de Antena 3. Eso sí, lanzó
definitivamente al estrellato a Leonardo Di Caprio y hay que reconocer que toda
la parte del hundimiento es espectacular (vaya, ya la he destripado).
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