Michael
Douglas es un rudo policía de Nueva York que tras acabar el solito con toda la
delincuencia de la ciudad decide trasladarse a Osaka a enseñar a sus compañeros
japoneses cómo se hacen las cosas, siendo la regla número uno que no hay reglas
que valgan.
Ridley Scott firma con buen oficio este rutinario thriller que logra enmascarar la suma de tópicos que contiene (unos policías duros pero honrados, unos malos con inquina, la típica chica florero, una miaja de venganza, unas gotas de buddy movie) ubicando la historia en Japón, lo que permite disfrutar de unos escenarios distintos a lo visto habitualmente en este tipo de cine. Entretenimiento asegurado con Michael Douglas en modo desatado, un simpático Andy García, unos estupendos Ken Takakura y Yusaku Matsuda y una poco aprovechada Kate Capshaw. Y para los cinefagos más recalcitrantes, cameo de Al Leon, para toda una generación “el chino que siempre muere”.
Ridley Scott firma con buen oficio este rutinario thriller que logra enmascarar la suma de tópicos que contiene (unos policías duros pero honrados, unos malos con inquina, la típica chica florero, una miaja de venganza, unas gotas de buddy movie) ubicando la historia en Japón, lo que permite disfrutar de unos escenarios distintos a lo visto habitualmente en este tipo de cine. Entretenimiento asegurado con Michael Douglas en modo desatado, un simpático Andy García, unos estupendos Ken Takakura y Yusaku Matsuda y una poco aprovechada Kate Capshaw. Y para los cinefagos más recalcitrantes, cameo de Al Leon, para toda una generación “el chino que siempre muere”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario