Eduardo
es un chico un poco gótico y con cierto parecido en su gesto a Mario Vaquerizo.
Pero todo eso queda en nada cuándo vemos que en vez de manos tiene unas enormes
tijeras, lo que le causa no pocos problemas a la hora de combatir los picores
propios de su edad.
Tim Burton creó una de sus
mejores obras en esta bella historia llena de las constantes de este excéntrico
director, personajes perdedores, una ambientación de corte gótico y banda
sonora de Danny Elfman, maravillosa por cierto. Primera colaboración entre
Burton y Depp, aunque poco importa ese dato cuándo vemos quien es el actor
encargado de dar vida al padre de Eduardo. Por cierto, película que se lo
dejaría a huevo a las habituales parodias de cine X.
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