Superman se marca un “fue a por
tabaco” y desaparece de la vida pública durante años. Cuándo vuelve las cosas
no es que hayan cambiado demasiado, Louis Lane sigue loquita por sus
kryptonianos huesos y Lex Luthor sigue entecado en imitar a los buenos de Pinky
y Cerebro.
Bryan
Singer rinde este incomprendido homenaje al Superman de Richard Donner que
gustará más a los amigos de la nostalgia que a los nuevos fans. Mejor de lo que
se rumia por ahí y con un encomiable diseño de producción, hay que reconocer el
acierto de elegir a un actor por una parte tan mediocre como Brandon Routh pero
tan cercano al espíritu de Christopher Reeve. Vamos, que se dejen de prejuicios
y se acerquen a este retorno de Superman como si de la tercera entrega de la
saga clásica se tratara, al fin y al cabo ese era su propósito.
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