Un
abuelo decide contarle un cuento a su nieto enfermo, y en vez de decirle que
con esfuerzo y sacrificio podrá ser lo que quiera en la vida, le narra una
epopeya de princesas y gigantes, espadachines y fuleros, villanos y héroes de
una pieza.
Con auténtica estética de cuento
de hadas, escenarios de cartón piedra incluidos, La princesa prometida es una
de esas joyas a disfrutar en familia repleta de literatura, aventuras en la
mejor acepción del género y unos personajes que aunque típicos en su
construcción, llegaron para quedarse. William Goldman puso su arte como escritor,
Mark Knopfler su talento a la guitarra y André el gigante un corazón que no le
cabía en el pecho, y mira que tenía pecho.
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