La
Segunda Guerra Mundial está próxima a finalizar pero antes de eso habrá tiempo
para que una joven judía descubra por las bravas cuan cierto es aquello que
dice que todo puede ir a peor.
Paul Verhoeven volvería a su
Holanda natal para, amparándose en aquella frase hecha de que la realidad siempre
supera a la ficción, filmar un peliculón de espías donde nada es lo que parece
y donde el engaño es una constante. Con un ritmo endiablado, un suspense con
mayúsculas y una protagonista capaz de, literalmente, enmierdarse por su
personaje, El libro negro es una gran película con la que su director mantiene intactas
sus señas de identidad principales. Puede parecer una más de nazis pero no se
dejen engañar, o sí.
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