Estados
Unidos, maravillosa tierra, gran ejemplo del país de las oportunidades, donde
un verdadero patán con problemas de alcoholismo puede llegar a ser uno de los
hombres más poderosos del planeta con la única cualidad de su absoluta falta de
moral y ética.
Una excelente comedia mezcla de
documental de Michael Moore y estudiado biopic, que, entre risas y recursos tan
brillantes como ese falso final a mitad de película, acaba por ponerle a uno la
piel de gallina viendo cómo funcionan los más altos estamentos que dirimen el
futuro del mundo. Con unas interpretaciones sobresalientes donde destacan el
camaleónico Christian Bale y un Sam Rockwell perfectamente mimetizado en Bush
Jr, se trata de una de esas películas a reivindicar, no solo por sus cualidades
fílmicas, sino por el trasfondo de todo lo que cuenta. Sabemos que nos van a
joder pero al menos sepamos como lo hacen.
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