Jenny
y Oliver, entre puya y puya, acabarán enamorados el uno del otro hasta el
tuétano, viendo aplicadas en sus vidas, ahora unidas por el cuore, aquello tan
español de “contigo pan y cebolla”.
Posiblemente la película de amor
por antonomasia de la historia del cine. Se trata de un estupendo melodrama con
la sobriedad técnica propia del género al que representa a pesar que el
director se permita ciertos juegos con la cámara. La película se sustenta en
unos fabulosos Ali McGraw y Ryan O´Neal, totalmente creíbles como pareja de
enamorados, y que iniciarán una relación que nos viene a enseñar que el amor va
más allá del momento en el que el chico y la chica por fin se besan y aparece
el consabido The End en pantalla. Con un leit motive musical convertido casi en
himno, Love Story se desarrolla en un círculo perfecto que inicia y finaliza la
película con el mismo plano. Y no, no es lo que parece, es la alergia que me humedece
los ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario