Un padre y su hijo andan, andan y andan, huyendo de un cataclismo mundial que deja en catarro de grado bajo la pandemia por el Covid19.
Una película que no es que te
deje mal cuerpo, es que te genera tal desazón mientras la ves que,
contrariamente a lo que pueda parecer, es la mejor razón para recomendarla. Sin
explicar nada de lo que ha sucedido, ni falta que hace, el desconocido John
Hillcoat ofrece un mundo devastado que es brutal, aunque ahí juega fuerte la
impresionante fotografía de nuestro paisano, el vasco Javier Aguirresabore,
quien ofrece un trabajo para nada gris. Viggo Mortensen ofrece un papelón, y
sabiendo como es el actor a la hora de componer sus personajes, a saber que
habrá hecho para dar vida a este admirable, a la vez que temible padre. Sin
embargo quien nos roba el corazón es el jovencísimo Kodi-Smit-McPhee. Por
cierto, debajo de la mugre y la porquería se encuentran intérpretes como Robert
Duvall o Guy Pearce. Tan dura como recomendable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario