lunes, 1 de febrero de 2021

MI NOMBRE ES DOLEMITE (2019)

Rudy Ray Moore es un comediante que en plenos años setenta hace gala de un humor tan cafre, basto, pasado de vueltas y exitoso, que de haber desarrollado su carrera profesional en la actualidad habría sido condenado a cadena perpetua en aras de la “libertad de expresión”.

Eddie Murphy se reconcilia con el público devolviéndonos a ese actor lenguaraz y desenfadado que tan buenos momentos dio a la comedia de los ochenta y mitades de los noventa. Pero además ofrece una interpretación para elogiar, dotando de humanidad y corazón a este comediante que logró cumplir sus sueños mediante un personaje tan vulgar como querido. La película te atrapa desde su arranque pero gana varios enteros cuándo el bueno de Dolemite y su cuadrilla de amigos deciden rodar una película, mostrando la otra cara de la profesión, lejos de las grandes películas y las mega productoras, ese cine de guerrilla hecho desde las tripas y donde pueden más las ganas que el talento. Un estupendo biopic que nos sumerge en unos años donde la extravagancia en el vestir y unos peinados imposibles eran la marca de la casa, y la marca de Dolemite, “el padrino del rap”, era la obscenidad hecha rima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario