domingo, 7 de febrero de 2021

TERCIOPELO AZUL (1986)

Un joven encuentra una oreja en un descampado, y, entre que le come ese mismo miembro a la hija de un detective de la policía, mete en esta ocasión las narices en un turbio asunto donde acaba con los morros rotos. O lo que es lo mismo, todo un recorrido por los principales órganos sensoriales.

El título con el que David Lynch sentaría las bases de buena parte de su filmografía posterior, plagada de una pléyade de personajes que convierten en mundanos al pozí y al risitas, el uso constantes de luces estroboscópicas y una cadencia en el ritmo que en este caso nos recuerda a la propia canción que da título a la película y que popularizaría Tony Bennett. La cinta contaría ya con un puñado de actores recurrentes en la carrera del director, caso de Kyle MacLachlan, Isabella Rosellini o Laura Dern. Y si, es David Lynch, con lo que la película no es un recorrido fácil y sin ningún quebradero de cabeza.

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