miércoles, 12 de junio de 2019

DJANGO DESENCADENADO (2012)


Años antes de que la NBA atisbara el potencial deportivo de los negros, estos acostumbraban a vivir con una incómoda cadena al cuello, por lo que cuándo Django logra zafarse de esta argolla metálica decide cobrarse cumplida venganza de todo aquel con tendencia a vestir de nazareno de túnica blanca.

Tarantino combina en la mesa de mezclas el spaguetti western con el rap y el resultado como siempre es una maravilla, donde los actores dan lo mejor de sí mismos (lo de Waltz y Dicaprio es para quitarse el sombrero, de cowboy obviamente), las situaciones bailan entre la comicidad y la más sangrienta de las balaceas y las casi tres horas de metraje pasan en un suspiro. Aunque cierto es también, la forzada aparición en escena del director quizás sobraba en esta ocasión. Y Tarantino, nuevamente y tras el reguero de pólvora pegada al celuloide alias Tarantiro, vuelve a dejar constancia que junto a Scorsese, es el mejor a la hora de combinar imagen y música, y es que la cinta, al contrario que la D no es muda.   

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