lunes, 16 de septiembre de 2019

EL PADRINO (1972)


Vito Corleone es un mafioso de los de la vieja escuela, asesino y delincuente, si, pero con honor y valores. Por eso cuándo le proponen incorporar a su catálogo de delitos el tráfico de drogas y el pago de cuentas B a partidos políticos decide que por ahí no va a pasar, y pasa lo que tenía que pasar, balaceras a decenas.

Francis Ford Coppola pasó un rodaje de aúpa, con la verdadera mafia fiscalizando la filmación de la película. Pero Coppola tenía en la recámara la novela de Mario Puzo, que adaptaba a la ficción muchos hechos reales, la grandiosa fotografía de Gordon Willis, una partitura icónica orquestada por Nino Rota y un montaje final de tijeretazo perfecto. Marlon Brando es el que se llevó todas las miradas de la crítica, pero el que lo borda es Pacino, secundado de un grupo de actores irrepetibles, Caan, Duvall, Castellano, Cazale…Y el final de la historia es que El padrino gustó tanto a la mafia de verdad que la convirtieron en su película de cabecera. Vamos, una oferta cinéfila que no podrán rechazar.

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