domingo, 4 de octubre de 2020

COTTON CLUB (1984)

Curioso el caso del club de ocio y música Cotton Club, y es que mientras denegaban el acceso a los negros, no tenían problemas en que el lugar fuera frecuentado por gánsteres, mujeres de moral dudosa e incluso diputados provinciales. Así se liaban las que se liaban en el local.

Coppola aprovecha esta historia plagada de personajes reales entre mafiosos, artistas y gente influyente, para mezclar en la coctelera el musical al más puro estilo Corazonada, con el cine mafioso siguiendo la estela dejada por El Padrino, y aunque no estemos aquí ante una obra con las hechuras de la película del clan Corleone, sí que podemos disfrutar de una ambientación que hace nos sintamos en el Harlem de finales de los años veinte, unos números musicales soberbios y alguna que otra gran secuencia made in Coppola (el montaje paralelo del tiroteo final a ritmo de claqué es buen ejemplo de ello). Richard Gere y Diane Lane están arrebatadoramente atractivos pero la mejor pareja de la película es la formada por los crápulas Bob Hoskins y Fred “Herman Munster” Gwyne. Y si, es Coppola, de ascendencia italiana, con lo que es normal que toda su familia trabaje en la película.

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